El origen del yoga sigue siendo un misterio para los historiadores y expertos, pero sí se tiene como primera referencia a un sabio llamado Patanjali Maharishi. Se le considera un recopilador de las técnicas y conceptos de yoga que existían hasta su época, siglo III a.C.
Vivió en el actual estado de Cachemira, al noroeste de la India, completamente influenciado por su familia brahmánica, de la que aprendió las enseñanzas basadas en doctrinas anteriores a su nacimiento, los “Vedas” (II milenio a.C), que significan “Conocimiento”.
Fue capaz de sintetizar y ordenar estas enseñanzas en su famosa obra “Yoga Sutras” lo que traducido del sánscrito quiere decir “Aforismos del Yoga”.
Estatua de bronce de Patanjali
La sencillez que se encuentra en los “Yoga Sutras”, hace de ella un manual de recopilación de las mejores prácticas, presentándolas como un sistema de ocho vertientes, dando lugar al Yoga clásico o Raja Yoga (Yoga Real), el yoga de la interiorización.
El foco central del “Yoga Sutra” por lo tanto es la mente, procurando encauzar a la sustancia mental a un nuevo estado de conciencia donde el continuo fluir de pensamientos y cadenas de pensamientos, se centran en uno. Es una guia muy organizada para poder conocer nuestra identidad divina detras de nuestro EGO, y de como vivenciar la vida desde esa identidad, nuestro SER, no solo en las clases de yoga, sino en todo momento.
Patanjali era un asceta, su vida estaba consagrada al culto y a la autorealización, por lo que la propuesta que nos hace en los Yoga Sutras nos valen y mucho, teniendo en cuenta su contexto. Comprender y aplicar estas enseñanzas a nuestras vidas sería una locura sin una buena actualización y reinterpretación.

Patanjali
Las 8 ramas del Raja Yoga:
1 – Yama: código moral que el individuo tiene que controlar. (son 5)
1.1. – Ahimsa, no violencia, sensibilidad hacia otros seres .
1.2. – Satya veracidad, no mentir, coherencia.
1.3. – Asteya, no robar, honestidad, no apropiarse de lo ajeno.
1.4. – Brahmacharya, autocontrol, moderación.
1.5. – Aparigraha, no apego, sencillez, etc.
2 – Niyama: código ético que el individuo tiene que cultivar. (son 5)
1.3. – Asteya, no robar, honestidad, no apropiarse de lo ajeno.
1.4. – Brahmacharya, autocontrol, moderación.
1.5. – Aparigraha, no apego, sencillez, etc.
2 – Niyama: código ético que el individuo tiene que cultivar. (son 5)
2.1. – Śaucha, pureza, limpieza física y mental.
2.2. – Santoṣa, completa satisfacción, gozo, disfrute.
2.3. – Tapas, disciplina.
2.4. – Svādhyāya, estudio de sí mismo.
2.5. – Iśvara praṇidhāna, entrega a la vida, al SER Universal.
3 – Asana: postura.
3 – Asana: postura.
4 – Pranayama: control de la energía por medio de la respiración.
5 – Pratyahara: liberación mental del control de los sentidos sensoriales.
6 – Dharana: concentración.
7 – Dhyana: meditación o concentración mantenida en el tiempo.
8 – Samadhi: estado de superconsciencia, de liberación y unión con la totalidad.

Con el paso del tiempo y la aparición de los Tántricos, hacia el siglo XII-XIII d.C., se dió lugar el Hatha Yoga, donde el centro de importancia se va más al cuerpo, a lo físico, que a la mente.
El Raja Yoga es la parte más mental del Yoga mientras que el Hatha es la parte más física, por eso el autor Swatma Rama dice:
“A aquellos que vagan y luchan en la oscuridad incapaces de alcanzar el Raja Yoga, El Hatha Yoga les ofrece la luz”.
Todo es mental, incluso la parte física, por eso el cuerpo y las asanas cobran esa importancia en el Hatha, pero el foco sigue siendo la mente aun cuando se hace a través del cuerpo. La práctica de Yama y Niyama, pueden incorporarse en lo cotidiano, ayudando a no tener tanto ruido ni suciedad mental.
Yamas y Niyamas son entendibles como pautas de sentido común que nos conducen a una vida más saludable y equilibrada, donde trasladamos la conciencia espiritual del SER al contexto social.
Tienen que ver con nuestra actitud y estilo de vida, la calidad de nuestra interacción con otras personas, seres, entorno, con nosotros mismos y cómo gestionamos los problemas. No son practicables como las posturas o respiración, pero nos ayudan a ser conscientes de nuestro comportamiento y a darnos la oportunidad de optimizar aquellas actitudes que descubrimos como mejorables.
Urtzi Artola
– Sé el cambio que quieras ver en el mundo. – Gandhi –
– Namaste –
Urtzi Artola